Sentimientos, recuerdos, naturaleza. Jiro Taniguchi |
Normalmente, en nuestra sección Los Jueves Paella (LJP) recomendamos obras concretas. Pero en el caso de Jiro Taniguchi haremos una excepción. Excepción más que justificada, ya que todas sus obras son auténticas delicatessen.
Un dibujo nítido, claro y realista
Lo primero que llama la atención de las obras de Taniguchi es, evidentemente, su dibujo. Su estilo hiperrealista, muy alejado del histrionismo, la caricaturización o exageración tan frecuentes en otros autores japoneses, lo convierten en el autor manga más europeo. Y además consigue que su trazo sea característico y reconocible, algo que no todos los dibujantes obsesionados con el realismo consiguen. El suyo es un trazo nítido y limpio, nada recargado, y sus dibujos transpiran belleza y armonía, transmiten tranquilidad y permiten pasear la mirada por la historia, sin distraer la atención de lo realmente importante: la narración de la historia.
Memoria, intimismo y naturaleza
Sobre estos tres ejes se mueven las obras de Taniguchi. Reivindica la memoria como la herramienta que nos hace humanos: no somos nada sin nuestros recuerdos. Y con ellos podemos entender mejor cual es nuestra naturaleza, que somos y porqué somos lo que somos. Las historias de Taniguchi ahondan en los sentimientos de los personajes, pero sin sensiblería ni histrionismo. Sus protagonistas, por encima de todo, son personas, no meros clichés, ni carcasas vacías ni marionetas. Y el tercer eje es su amor por la naturaleza, como marco ante el cual el hombre no puede hacer más que maravillarse y darse cuenta que no es más que una pieza más del complejo y bello puzle que es el mundo.
¿Y por dónde empezamos?
Tal vez las obras más conocidas de Taniguchi sean El caminante o El almanaque de mi padre, pero os recomendamos tres que ahora mismo son las más accesibles (básicamente por ser las últimas publicadas o redistribuidas). Empezaremos por Barri llunya, la versión en catalán de Harukana machi-e, por la que ganó un Alph'Art en 2003 y el premio del Salón de Barcelona 2004, que ahora puede encontrarse al económico precio de 10,00€. Seguiremos con la edición en dos volúmenes de Los Años Dulces, su adaptación de la novela El cielo es azul, la tierra blanca de Hiromi Kawakami, un relato en el que aborda, con pequeños destellos de realismo mágico, las relaciones amorosas. Y para acabar la recién llegada Cielos Radiantes, en el que trata, con su peculiar mirada, el tema del duelo, la muerte y su aceptación, y la pérdida de la identidad.
Sea como fuere, si realmente amáis la historieta, acercaos a Jiro Taniguchi. Tal vez no sea el autor manga más internacionalmente conocido, pero su obra es, sin duda, universal.
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