La suerte sonríe a los osados |
Al menos eso es lo que pensamos muchos. De hecho, somos la especie animal que más tiempo dedica al juego, tanto como aprendizaje, por rivalidad o por puro ocio. Por eso os recomendamos hoy un buen blog dedicado a los juegos, especialmente a los de rol, Play it again, Sam. Como muestra de lo que podéis encontrar en él, y cual es su filosofía, reproducimos aquí el texto de presentación de dicha bitácora, que compartimos al cien por cien los que componemos Landròmina:
Juegos. Para algunos una palabra maldita porque la asocian con la niñez. "¿Que juegas a qué?". "No, ya no juego a rol". "Ya pasó la edad". Sandeces. Para muchos de nosotros jugar está vinculado a nuestro desarrollo. Jugar a rol nos potenciaba nuestra pasión por la lectura, por los comics, por el cine, por contar historias. En otras palabras: por imaginar. Está tan arraigado que es como el respirar: puedes intentar no hacerlo pero al final te ahogas. Para todos aquellos que recordáis esas tardes en compañía de amigos éste es vuestro blog. Los que nos despreciáis: podéis pudriros en vuestras vidas grises. ¡Aquí sólo se aceptan héroes!
Pues si. Jugar nos ayuda a seguir creciendo, a relacionarnos con los demás, a aprender mil cosas de forma divertida (si, aprender puede y debe ser divertido). Y los que se olvidan de ello, se estancan, no evolucionan y se marchitan. En una sociedad gris como la nuestra, jugar es de osados. Pero la suerte siempre sonríe a los osados.