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Drácula y Rembrandt, historia en viñetas |
Acaban de llegar a las librerías dos claros y excelentes ejemplos de como puede narrarse una biografía. Dos pequeñas lecciones de Historia enfocadas de diferente modo, pero ambas igualmente válidas y eficaces.
Drácula, editada por ECC, está guionizada por Robin Wood, acompañado a los lápices por Alberto Salinas. El relato de Wood se centra en las leyendas sobre la figura histórica de Vlad Tepes; como él mismo comenta en el prólogo del libro, "Busqué la verdad y encontré la leyenda". El suyo es un relato directo, narrado en primera persona, crudo y violento, en el que se nos presenta a un Drácula orgulloso y despiadado, pero también decidido y noble, en una narración llena de épica. El dibujo de Salinas, artista de formación clásica, es perfecto para este guión, con un trazo meticuloso, duro y enérgico, en el que se resalta más al personaje que a su entorno, y con una narrativa secuencial sencilla pero eficaz, que permite que la historia fluya sin sobresaltos. En definitiva, un relato épico que atrapa al lector de principio a fin.
El hijo de Rembrandt, editada por Norma, es una obra de Robin, con un enfoque totalmente diferente pero igualmente eficaz. Aquí se nos presenta una biografía de Rembrant, pero de forma tangencial, indirecta, reflejada en la vida de su hijo Titus. El narrador es Cornelia, hermana de Titus que, a petición de su sobrina, le explica quien fue su padre. Se trata de un relato familiar, muy cercano al cuento, centrado más en los sentimientos y en las vivencias que en los hechos históricos, pero que nos permite conocer las intimidades de la familia Rembrandt y las costumbres de la época. El dibujo de Robin, , que nos recuerda ineludiblemente al del maestro Sempé, es sencillo, apenas bocetos que parecen estar tomados in situ, y fluye con naturalidad. Eso lo convierte en una obra ideal para que pequeños y grandes se acerquen a ese gran pintor, y que convierte al lector, a medida que avanza su lectura, en uno más de la familia del artista.