Las precuelas de un clásico moderno |
Ya tenemos aquí, publicadas por ECC, las cinco primeras miniseries de uno de los eventos más esperados: Antes de Watchmen. Y el saldo, salvadas las reticencias iniciales, es bastante positivo.
Minutemen, con guión y dibujo de Darwyn Cooke, narra los orígenes del primer grupo de justicieros. Cooke, autor de la maravillosa DC: The New Frontier, es sin duda el autor más indicado para conseguir darle, tanto por guión como por dibujo, el aire retro que necesita la narración de lo que vendría a ser la Golden Age de Watchmen.
Espectro de Seda, con guión de Darwynn Cooke y dibujo de Amanda Conner es, al menos por el momento, la menos interesante de las cinco miniseries. Tanto Cooke como Conner le dan a la serie un aire juvenil y rebelde que, aunque es muy acorde con el espíritu del personaje, puede descolocar un tanto al lector veterano.
El Comediante, con guión de Brian Azzarello y dibujo de J. G. Jones es, tal vez, la mejor de las cinco miniseries iniciales. A su favor diremos que cuenta con uno de los personajes más interesantes y golosos, al que Azzarello le da el enfoque adecuado, contextualizándolo históricamente con la precisión de un bisturí en esa ucronía que es Watchmen.
Búho Nocturno, con guión de J. Michael Straczynski y dibujos de Andy Kubert y Joe Kubert, todo y ser una precuela, es la que se adentra más en los entresijos de la obra original, dando incluso nuevos puntos de vista sobre momentos claves de Watchmen. Interesante por lo que aporta, y con el dibujo clásico y maravilloso de un tándem por desgracia irrepetible.
Ozymandias, con guión de Len Wein y dibujo de Jae Lee, ahonda en el pasado de la mente maestra de Watchmen. Otro de los personajes jugosos, uno de los pivotes principales de la obra, al que Wein se aproxima de forma respetuosa (al menos de momento) y Jae Lee sabe darle el aire divino que se merece.
Antes de Watchmen cuenta, como veis, con un equipo de autores veteranos y de renombre, tanto en el dibujo como en el guión, y cumplen con nota la difícil tarea encomendada: enfrentarse a un clásico y darle aún más valor añadido. Altamente recomendable, aunque los que sólo hayan visto la película (¿Aún no has leído Watchmen? ¿A que esperas?) es posible que se pierdan un poco.