Hace ya un tiempo comentamos la cada vez más frecuente incursión del cómic en el campo de las biografías (tal es el caso de personajes como
el pintor Rembrandt o
el físico Feynman, ya comentados anteriormente en este blog). Ahora es
EDT quien nos trae, de la mano de
Shotaro Ishinomori, una aproximación al genio artístico de
Katsushika Hokusai.
Pintor y maestro del grabado (ukiyo-e), Hokusai es el más internacional de los artistas clásicos japoneses, cuya obra La gran ola frente a Kanagawa (en la portada del manga se reproduce un fragmento de la misma) es un icono de la cultura universal. Ishinomori nos presenta el genio en una obra densa (más de seiscientas páginas), centrada más en el carácter del hombre, en las pasiones del genio y especialmente su pasión constante por el arte, que le acompañó incluso hasta su lecho de muerte. Ishinomori no nos relata su vida de forma lineal, sino que nos presenta al artista en diferentes momentos vitales, salteando madurez con infancia, juventud o vejez, aunque usa como prólogo y epílogo los últimos momentos de vida de Hokusai, dando a entender que la vida del artista (o la vida en si misma) no es más que un circuito cerrado, un círculo perfecto, y que la muerte no es más que el principio y el fin de todas las cosas.
En cuanto al dibujo de Ishinomori, nos encontramos ante un manga de corte clásico, heredero, como no, de Tezuka (que de hecho fue su mentor), que tal vez pueda desconcertar a un joven mangaka pero que puede acercar a nuevos lectores adultos a los cómics, e incluso puede acercar al manga a los habituales, normalmente reacios a probar algo diferente. Al fin y al cabo, esa es la principal labor y objetivo de una obra clásica, como es el caso de Hokusai.