Eso es lo que nos propone Pocket Battles: Celts vs Romans y Pocket Battles: Orcs vs Elves. Diseñado por Paolo Mori y Francesco Sirocchi, el juego es un híbrido entre wargame con figuras y juego de cartas. En cada caja nos encontramos dos ejércitos, compuestos por tropas representadas cada una por una carta. Cada tropa (o carta, como se prefiera) tiene sus características (valor en puntos, tamaño, resistencia, dados de combate y habilidades). Para desarrollar una batalla primero se decide a cuantos puntos se va a jugar (50, 100, etc) y cada jugador escoge sus tropas en secreto hasta llegar al máximo pactado (como véis, un proceso parecido al de elaborar una lista de ejército en un wargame con figuras). El total en puntos del ejército determina también el número de acciones que se pueden llevar a cabo, a razón de 1 acción por cada 10 puntos.
Llegados a este punto, se despliegan las tropas, agrupándolas en unidades según su tamaño. Esta es una de las claves del juego. Las unidades no se pueden ni reagrupar durante el transcurso de la partida, y algunas tropas tienen habilidades o ventajas que, cuando están agrupadas, transfieren al resto de tropas de su misma unidad. El despliegue de cada ejército se realiza en 3 columnas y 2 filas (vanguardia y retaguardia), frente a frente, dejando un espacio libre entre ambos ejercitos. Para realizar acciones con cualquier unidad (mover, atacar, uso de habilidades) debe gastarse 1 acción, y cuando estas se acaban, ambos jugadores recuperan su número total de acciones. La partida termina cuando un jugador pierde la mitad de sus efectivos en puntos (no en tropas/cartas).
Si queréis saber más detalles, pasaros por Landrómina o bien venid al próximo Tots a taula!, dedicado a los wargames de todo tipo (ver enlace). PD: Gracias a Martí Cabré por su inestimable colaboración para la redacción del presente artículo.
Llegados a este punto, se despliegan las tropas, agrupándolas en unidades según su tamaño. Esta es una de las claves del juego. Las unidades no se pueden ni reagrupar durante el transcurso de la partida, y algunas tropas tienen habilidades o ventajas que, cuando están agrupadas, transfieren al resto de tropas de su misma unidad. El despliegue de cada ejército se realiza en 3 columnas y 2 filas (vanguardia y retaguardia), frente a frente, dejando un espacio libre entre ambos ejercitos. Para realizar acciones con cualquier unidad (mover, atacar, uso de habilidades) debe gastarse 1 acción, y cuando estas se acaban, ambos jugadores recuperan su número total de acciones. La partida termina cuando un jugador pierde la mitad de sus efectivos en puntos (no en tropas/cartas).
Si queréis saber más detalles, pasaros por Landrómina o bien venid al próximo Tots a taula!, dedicado a los wargames de todo tipo (ver enlace). PD: Gracias a Martí Cabré por su inestimable colaboración para la redacción del presente artículo.
Mi juego de guerra favorito. Rápido y con mucho que pensar.
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