¿Por qué hacer el bien? |
Una de las puntos de partida básicos del género de superhéroes es pillar a un hombre de a pie y dotarle de poderes. Éste, acto seguido, decide que debe hacer el bien y ayudar a la comunidad, y convertirse en un héroe a los ojos de todos. Cómo diría el viejo Ben, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Pero la mayoría de los cómics de superhéroes parecen olvidar (u obviar) la naturaleza humana, y que el poder corrompe, y cuando el poder es absoluto, corrompe absolutamente.
Imaginemos a un tipo que, tras un desafortunado accidente en la infancia, se siente desplazado, siempre a la sombra del éxito de su hermano. Cuando su vida toca fondo, de repente, descubre que un objeto de su niñez (la mantita que usaba como capa para jugar a superhéroes) le permite volar... Ese es el inicio de La Capa.
El guión, basado en una relato de Joe Hill (hijo de Stephen King), corre a cargo Jason Ciaramella, que nos ofrece una historia de rabia odio y venganza, en la que el horror es tangible. Y creíble, ya que trata sobre pasiones humanas desatadas. El protagonista, Eric, es como una botella de cerveza agitada que de repente alguien decide descorchar. Y quien nos muestra toda esa rabia desatada, sin control, con buen oficio, es Zach Howard, con buena narrativa visual, un dibujo realista y dotando a sus personajes de la expresividad adecuada para cada momento. Ambos nos ofrecen un cómic de superhéroes razonablemente creíble, un cuento moral de horror, que invita a la relectura. Como guinda, en esta edición Planeta acompaña el libro con el relato original que sirvió de base al guión, así como las diferentes cubiertas que se usaron en la edición americana.
El guión, basado en una relato de Joe Hill (hijo de Stephen King), corre a cargo Jason Ciaramella, que nos ofrece una historia de rabia odio y venganza, en la que el horror es tangible. Y creíble, ya que trata sobre pasiones humanas desatadas. El protagonista, Eric, es como una botella de cerveza agitada que de repente alguien decide descorchar. Y quien nos muestra toda esa rabia desatada, sin control, con buen oficio, es Zach Howard, con buena narrativa visual, un dibujo realista y dotando a sus personajes de la expresividad adecuada para cada momento. Ambos nos ofrecen un cómic de superhéroes razonablemente creíble, un cuento moral de horror, que invita a la relectura. Como guinda, en esta edición Planeta acompaña el libro con el relato original que sirvió de base al guión, así como las diferentes cubiertas que se usaron en la edición americana.
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