Si actualmente existe un género pujante dentro de la etiqueta de novela gráfica (la otra forma de llamar a los tebeos de toda la vida) es el del slice of life o, como diríamos aquí, la autobiografía de lo cotidiano. El problema de este género suele ser que cae fácilmente en el dramatismo absurdo y en ser excesivamente autocomplaciente con el protagonista.
Sostres, de Cristina Bueno, es un soplo de aire fresco, y de sinceridad, y evita elegantemente caer en los errores anteriormente citados. Y huye de los tópicos. Narra con desparpajo y franca naturalidad la estancia en el hospital de la autora y su recuperación tras un duro accidente de moto. No es un relato triste, pero si está lleno de veracidad y sabe transmitir muchas de las sensaciones que todo paciente siente durante su recuperación, especialmente esa tendencia demasiado extendida entre el personal médico de cosificar a los enfermos. Y lo consigue con buenas dosis de humor y con un estilo de dibujo alegre, más cercano a la caricatura que al realismo, que hacen que la lectura, y la consiguiente relectura, sean una delicia.
Sostres, de Cristina Bueno, es el tebeo ganador de este año del concurso Carnet Jove, que ha servido para descubrir jóvenes talentos como Aleix Saló (Españistán, Simiocracia), entre otros. Y todo señala que ahora también estamos ante una excelente autora de eso que aquí llamamos tebeos.
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