Salvador Sanz: Ficción Onírica

Realismo para lo irreal

   Lo primero (al menos que yo recuerde) que nos llegó por aquí del bonaerense Salvador Sanz fue su obra Legión, publicada allá por el 2006 por Ivrea. Era una obra de horror fantástico, de clara influencia lovecraftiana en cuanto al guión y gigeriana en cuanto al dibujo. En ella unos artistas creaban con sus obras, sin saberlo, un portal a unos seres que convertían nuestro mundo en un lugar oscuro, en el que el Arte es sólo una fuerza destructiva y nosotros somos la materia prima. Más tarde, de la mano de La Cúpula, nos llegó la mágica y también oscura Migrador Nocturno, y más recientemente, una colaboración en el recopilatorio [REC]: Historias Inéditas.

   Ahora, nuevamente bajo el sello de EDT, publica Angela Della Morte, una obra en la que lo místico y lo científico se dan la mano. Nos presenta una tenebrosa visión del futuro, en el que agentes secretos (o asesinos) debidamente entrenados pueden liberar su conciencia (o viajar astralmente, si preferís ese término) para ocupar otros cuerpos y realizar todo tipo de misiones peligrosas. Sanz pone de nuevo su arte al servicio de lo macabro, pero en esta ocasión con una envoltura futurista y cyberpunk, demostrando que es capaz de moverse en otros ambientes y que es un artista todoterreno. Una vez más, Sanz se adentra en el terreno de la ficción, de lo fantástico y de lo irreal. Y lo hace como pez en el agua.