Tres fragmentos de la nueva obra de Francesc Capdevila |
Tras un largo periodo de espera, Max vuelve a ofrecernos otra obra sorprendente. Personal e intransferible. En ella nos presenta a Nicodemo, un anacoreta que decide abandonar el mundo banal y materialista para encontrarse consigo mismo. A través de este personaje, Max ironiza sobre la naturaleza del ser humano, su falta de coherencia y lo intrascendente que es en sí misma la búsqueda de la trascendencia y lo ridícula que es nuestra propia existencia.
Además, con su dibujo, cada vez más sintético y libre de artificios, aprovecha para rendir homenaje a otros grandes maestros de la simplicidad estética. Así, las referencias a un autor clásico como Crowley son claras y manifiestas ya desde el prefacio, aunque en algunos momentos también nos recuerda al maestro del manga Tezuka. Y también aprovecha la ocasión para darnos pequeñas grandes lecciones de narrativa visual (arte secuencial, si así lo prefieren), que hacen de la lectura de Vapor una delicia que, posiblemente, no sabrán apreciar todos los paladares.
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