Repartiendo mamporros por la galaxia |
Ya hace unos meses que Panini publica la nueva serie de los Guardianes de la Galaxia, y rápidamente se ha convertido en éxito de ventas y de público. Evidentemente, los culpables y máximos responsables de ello son su nuevo equipo creativo. Al dibujo tenemos a Steve McNiven, artista que debutó en la fenecida CrossGen, que tiene una merecida legión de seguidores gracias a trabajos como Civil War o El viejo Logan. Y como maestro de ceremonias tenemos a Brian Michael Bendis, que nos sorprende con una historia con más acción y menos sesuda de lo que en él es habitual.
El nuevo equipo de los Guardianes de la Galaxia lo componen Iron Man, Drax El Destructor, Mapache Cohete (que un servidor no puede evitar relacionar, tanto por aspecto como por carácter, con Fox McCloud de la saga de videojuegos Star Fox), Gamora y Groot, que son reclutados y liderados por Peter Quill, más conocido como Starlord. Su objetivo es proteger a los Terrestres de los peligros estelares y de las (más que posibles) invasiones alienígenas, ya que La Tierra, gracias a las maniobras políticas de J-Son, Rey de Spartax y padre de Starlord, se ha convertido en un objetivo a conquistar.
En definitiva, con Guardianes de la Galaxia tenemos a nuestro alcance una serie al más puro estilo space opera, sin pretensiones trascendentales y con determinada vocación de entretener, llena de acción y mamporros, y con la justa medida de intrigas (familiares e intergalácticas) para aderezar el guiso y darle un toque de distinción.
El nuevo equipo de los Guardianes de la Galaxia lo componen Iron Man, Drax El Destructor, Mapache Cohete (que un servidor no puede evitar relacionar, tanto por aspecto como por carácter, con Fox McCloud de la saga de videojuegos Star Fox), Gamora y Groot, que son reclutados y liderados por Peter Quill, más conocido como Starlord. Su objetivo es proteger a los Terrestres de los peligros estelares y de las (más que posibles) invasiones alienígenas, ya que La Tierra, gracias a las maniobras políticas de J-Son, Rey de Spartax y padre de Starlord, se ha convertido en un objetivo a conquistar.
En definitiva, con Guardianes de la Galaxia tenemos a nuestro alcance una serie al más puro estilo space opera, sin pretensiones trascendentales y con determinada vocación de entretener, llena de acción y mamporros, y con la justa medida de intrigas (familiares e intergalácticas) para aderezar el guiso y darle un toque de distinción.
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