La vitalidad del cómic infantil

Los jóvenes lectores serán los lectores de mañana

   Para un medio como el cómic, al igual que sucede en la literatura, es vital tener una buena base de lectores. Una base sólida, fuerte y, a la vez, con la capacidad de crecer, de atraer cada vez más público. Y si éste es joven, mucho mejor, ya que garantiza el futuro del medio. Además, ese medio (en este caso, el cómic) debe contar con un buen puñado de autores dispuestos a crear, a dibujar y a contar historias para ese público.

   Por suerte, nuestro país atraviesa un momento de gran vitalidad en cuanto a creadores de cómic infantil y juvenil, y también se da la circunstancia de que no son pocos los editores que han decidido apostar tanto por ellos como por ese tipo de tebeos para atraer nuevos lectores. Sin embargo, se da la paradoja de que sus trabajos son o bien ignorados o, en el peor de los casos, ninguneados y menospreciados, y su repercusión en los medios de comunicación, especializados o no, es escasa o nula.

   Por ese motivo, alguno de los profesionales que forman parte de este colectivo decidieron unirse y lanzaron una petición a FICOMIC, la entidad organizadora del Salón del Cómic de Barcelona, para que ésta incluyera en sus premios anuales una categoría dedicada al Cómic Infantil. Dicha petición, que estos días vuelve a coger fuerza en internet, es la siguiente:

Para cualquier medio es importante que sus lectores sean lo más diversos posible. En un sector como el editorial, que va a enfrentarse a muchos retos de forma inminente, llegar a cuanta más gente mejor debería ser una prioridad absoluta. Para el cómic, que está gozando de una difusión y un predicamento renovados en estos momentos, es aún más importante si se tiene en cuenta que aún es una forma de entretenimiento minoritaria.
Durante años se ha minusvalorado el cómic tildándolo de infantil. Este término sugería que sus temáticas eran simples e implicaba que nadie que buscara contenido debía acercarse a este medio. Esta impresión está desapareciendo, afortunadamente.
Es el momento de reivindicar de nuevo el término. Los cómics no son necesariamente infantiles, pero sí son una forma excelente de iniciación a la lectura, de explicación didáctica y de formación de criterio. Muchos de los hoy aficionados lo son desde que aprendieron a pasar páginas de un libro, y tienen la historieta ligada a su primera alfabetización. Sin embargo, en nuestro país es habitual que el cómic infantil sea relegado a reediciones de los clásicos y poco más. La industria editorial debería plantearse la recuperación del cómic infantil como forma de dignificar el medio y de captar lectores.
Los premios del Saló Internacional del Còmic de Barcelona, como escaparate nacional de lo mejor del panorama español cada año, son el sitio ideal para hacer esta reivindicación concediendo un premio a la mejor obra orientada a la infancia. Esto serviría para visibilizar a los autores que se dedican a crear obras para los más pequeños, obras que en muchas ocasiones requieren un esfuerzo gráfico y conceptual de enorme valor, y de paso para enfatizar que el cómic es un medio realmente para todos los públicos.
Por todo lo expuesto, solicitamos a los responsables del Saló la inclusión de la categoría "Mejor tebeo infantil".

   Evidentemente, Landròmina apoya esta iniciativa, que consideramos de vital importancia para el sector del cómic. Si tu también estás de acuerdo, sólo tienes que firmar la petición en este enlace.