Una novela gráfica de Gabi Martínez y Tyto Alba |
Sólo para gigantes narra la historia de Jordi Magraner, un zoólogo en lucha constante, contra todo y contra todos, que vivió y murió por encontrar pruebas que pudiesen demostrar de forma irrefutable a la escéptica y conservadora comunidad científica, especialmente la antropológica, la existencia del yeti.
Estamos ante una novela gráfica densa y emotiva, con guión de Gabi Martínez, que nos presenta a Magraner desde diversos puntos de vista, a través de las opiniones de familiares, colegas y amigos, y que en ningún momento intenta ser complaciente o benévola con su protagonista, un defecto en el suelen caer las historias biográficas. Esta es una de las principales bazas del relato, ya que a pesar de la dureza de lo narrado, no nos da concesión alguna a la sensiblería (por ejemplo, la historia arranca con el hallazgo del cadáver del malogrado zoólogo), y Magraner se nos presenta con todas sus aristas pero también con todas sus luces. Y ese es el mayor logro, ya que consigue que nos fascine alguien que no es perfecto, pero cuya voluntad y determinación fueron tan grandes como para arriesgarlo todo con tal de alcanzar su objetivo. Y nos mantiene interesados y agarrados por el cogote, a pesar de que sabemos desde el principio que su sueño no sólo no se cumplirá, sino que además acabará bruscamente.
En el apartado gráfico contamos con las acuarelas de Tyto Alba, que ilustran perfectamente la historia y se adaptan a cada preciso instante al tono del relato, pasando por momentos luminosos (los menos) a oscuros (los más), pero que en ciertos momentos dotando al tebeo de una atmósfera melancólica y casi onírica, como si lo que se nos explicase no hubiera pasado realmente. Como si lo que acabamos de leer no fuera más que un sueño roto, del que nos acaban de despertar.
La historia de Sólo para gigantes es absolutamente fascinante. Por ello no nos debe extrañar que también exista una novela al respecto (obra también de Gabi Martínez) y que se esté trabajando en una adaptación cinematográfica a cargo de Agustí Villaronga.
Estamos ante una novela gráfica densa y emotiva, con guión de Gabi Martínez, que nos presenta a Magraner desde diversos puntos de vista, a través de las opiniones de familiares, colegas y amigos, y que en ningún momento intenta ser complaciente o benévola con su protagonista, un defecto en el suelen caer las historias biográficas. Esta es una de las principales bazas del relato, ya que a pesar de la dureza de lo narrado, no nos da concesión alguna a la sensiblería (por ejemplo, la historia arranca con el hallazgo del cadáver del malogrado zoólogo), y Magraner se nos presenta con todas sus aristas pero también con todas sus luces. Y ese es el mayor logro, ya que consigue que nos fascine alguien que no es perfecto, pero cuya voluntad y determinación fueron tan grandes como para arriesgarlo todo con tal de alcanzar su objetivo. Y nos mantiene interesados y agarrados por el cogote, a pesar de que sabemos desde el principio que su sueño no sólo no se cumplirá, sino que además acabará bruscamente.
En el apartado gráfico contamos con las acuarelas de Tyto Alba, que ilustran perfectamente la historia y se adaptan a cada preciso instante al tono del relato, pasando por momentos luminosos (los menos) a oscuros (los más), pero que en ciertos momentos dotando al tebeo de una atmósfera melancólica y casi onírica, como si lo que se nos explicase no hubiera pasado realmente. Como si lo que acabamos de leer no fuera más que un sueño roto, del que nos acaban de despertar.
La historia de Sólo para gigantes es absolutamente fascinante. Por ello no nos debe extrañar que también exista una novela al respecto (obra también de Gabi Martínez) y que se esté trabajando en una adaptación cinematográfica a cargo de Agustí Villaronga.
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